Todo empieza con un jefe más contento de lo que habitualmente esta (raro, raro, raro...), ofreciendo me plegar a las tres de la tarde ya que es viernes y esta semana (a pesar de la nieve) se habían "cumplido" mas o menos "satisfactoriamente" todos los hitos propuestos, cosa muy muy rara en la empresa donde trabajo actualmente. Yo, que soy un workaholic empedernido y masoquista hasta la medula, contesto: creo que me voy a quedar media hora más a ver si acabo de cuadrar estos números y hago un buen presupuesto. Y mi jefe, con una cara de pensar niño tu eres tonto y en tu casa no lo saben me contesta que tanto él como el resto de la empresa se marchan ya de fin de semana, que no me vuelva dejar la puerta abierta cuando me vaya.
Pues tres cuartos de hora después, cuando, por fin, acabo el condenado presupuesto, me largo de esa inmunda oficina en ruinas donde trabajo y me dirijo al parking en busca de mi Subaru Jumpy rojo tomate. Me subo a él, arranco y salgo escopeteado. Intento hacer un trompo por el hielo que hay todavía en el parking pero no... esa mañana ya me habían colocado las ruedas de invierno y ya como que no me salen, con lo pipa que me lo pasé el día anterior.
Me dirijo hacia mi apartamento, y como de costumbre en la avenida principal me toca pararme en todos los semáforos. Llego al primero y aprovecho para pensar en todas mis tonterías:
Cuando llegue a casa tengo que pararme en el Tesco (Carrefour checo) para comprar todo lo que ayer se me olvidó... si es que tengo una cabeza que ni un abuelo de 80 años... porque el plato de ducha lleva quince días embozado y no se va el agua pero como siempre se me olvida comprar el desatascador... un día el agua va a salir por el pasillo. Y como manche la moqueta del pasillo... seguro que el casero me hace comprar otra... si es que estos judíos son más peseteros. Pero yo lo que no entiendo es... como se ha podido embozar la ducha... seguro que son por los pelos que siempre se me caen con el agua...si es que… a este paso me voy a quedar calvo para los treinta…
De repente, mis pensamientos se ven interrumpidos por un estrepitoso BOOOOOOOOMMM!!!! con un impacto por detrás y me acuerdo de Carrero Blanco. Desincrusto mi cabeza y mis dientes del volante (me pitan las orejas) y miro por el espejo retrovisor. Esperaba ver algún talibán pero no, era una mujer de unos 50 años, rubia, con un Skoda del año de la catapum. Salgo del coche y miro el bonito mosaico de arañazos y roturas que me ha dejado en el parachoques, luego miro su coche y no puedo aguantarme una carcajada al ver como se ha cargado los dos focos, ha levantado y bollado el capó, ha medio arrancado su parachoques y su matricula ¿donde se ha metido? ¡ah! que esta incrustada en mi parachoques todavía.
La mujer se irrita al ver que no sé hablar checo y yo le contesto: ¡pues haber frenado gilipollas! pero se queda igual. Así que llamo a mi jefe y le estropeo su fin de semana anticipado para que me venga a traducir a esta señora que parece tonta.
Jefe: Miguel ¿que te pasa ahora?!! yo ya estoy de fin de semana así que no me molestes con tus números hasta el lunes!!! porque...
Yo: Una rubia tonta se acaba de estampar contra mi coche...
Jefe: ¿Qué? ¿Esto es otra de tus bromas pesadas? ¿no? ¿verdad? dime que si porque sino...
Yo: Tu mismo, si quieres que te arreglen el coche de gratis, da la vuelta desde donde estés y ven. Sino me voy caminando y dejo aquí el coche.
Jefe: ¡Joder! ya voy para allí, tardo media hora, no os mováis ninguno de los dos...
Yo: Me duele un poco el cuello pero estoy bien...
Jefe: Tuuu... tuuu... tuuu...
Media hora después, yo dentro del coche ya aburrido de escuchar Kiss Fm, llega mi jefe, a la vez que un tipo de estos chupa-seguros que se aprovechan de los accidentes de los demás. Discuten en checo durante media hora más y finalmente firmo el parte europedo. El hombre del seguro me pregunta algo en checo y yo le contesto un: ¿pero que me estas contando?. Mi jefe traduce: dice que te va a llevar aun hospital para que te miren si estas bien.
¡¡Oh!! ¡¡que detalle!!
Luego, este hombre me lleva a un hospital fantasma, donde no habían ni médicos, ni enfermeras, ni enfermos por los pasillos. Así que en poco menos de una hora, me cogieron los datos, me hicieron tres radiografías, me palparon el cuello y la espalda y me dieron los resultados. ¿¿Pero esto que es??? Pero... ¿¿donde están las tres horas de espera en La Sala de Espera??? Que indignado que estoy, un hospital donde no te hagan esperar mínimo dos horas y encima te atiendan bien y te den un trato tan personalizado... ¡¡No puede ser un hospital!!
Pues eso, que ahora me esperan 7-10 días de "reposo en casa" con una "orteza krcni limec", ortopedia cervical o collarín como es más conocido. También famosamente conocido por lo cómodo y estético que es (parezco un robot, si me vistiera y me pintara la cara de amarillo parecería C3-PO), pero sobretodo por los agradables picores que proporciona a nuestro sufrido cuello.