Vuelvo en 15 días

 

Se acabó el decir "todavía queda tiempo", por más que me intente convencer ya están aquí y el correr o el esconderse es imposible. No existe remedio alguno que afrontarlos cara a cara  y con valor, haciendo codos sin parar e intentando recuperar el tiempo perdido durante todo el año. Que por suerte no ha sido mucho.

Me consuela la idea de que este año va a ser el último y que de aquí un mes y poco estaré en la playa tomando el sol con el título de Arquitecto Técnico bajo el brazo.

Pero no me quiero confiar, y pese a que este año tengo más posibilidades de ganar que de perder, me autoimpongo estas dos, o puede que tres, semanas de desconexión. Debo poner todas mis fuerzas en luchar contra la psicosis, el mal humor, el sueño, la desmotivación, la ira, la diarrea, los nervios, las migrañas, el cansancio y todos esos síntomas que aparecen cada mes de junio y que pueden llegar a ser, incluso, más peligrosos que el propio examen en sí.

Así que solo me queda desearle toda la suerte del mundo a todos aquellos que se encuentren en esta situación.

Y a mis acérrimos lectores que no se preocupen que volveré pronto y con fuerzas. Además este mes de agosto, mientras todos estén de vacaciones, a mi me tocará recuperar estas semanas en La Oficina (futuro relato corto de terror - ¿podrá Mike comprender el horror iracundo que habita en los mecanismos de una grapadora? ...). Y eso solo significa que... (a parte de qué ganaré pasta) ¡que habrán posts por un tubo!.

¡Vuelvo en 15 días!. ¡Pero no mejor porque eso es imposible! (Gran Wyoming)