Me ha picado la curiosidad y, esta tarde, en una de las horas muertas que paso en la oficina (últimamente son demasiadas, que daño nos está haciendo la crisis del ladrillo...) he hecho, tal y como explica Dara en su blog: un poema dadaísta. Hojeando el periódico un par de veces no he encontrado ninguna noticia ni articulo que me llamara, lo suficiente, la atención; así que lo he hecho con mi horóscopo. Con lo escéptico que eres Miguel... lo sé.
Este ha sido el resultado:
La verdad es que si ya es difícil, de por sí, descifrar un horóscopo, esto lo es más todavía.
Y a parte de esto, no ha ocurrido nada más interesante en la oficina donde trabajo. ¡Bueno sí! Sin darme cuenta he tirado las llaves del coche a la papelera y luego cuando ha llegado la hora de plegar he perdido quince minutos buscándolas como un loco. Ha sido agonizante, toda la tarde queriendo marchar a casa cuanto antes y cuando llega la ansiada hora (las seis y cincuenta y nueve minutos) no puedo porque algo (mi torpeza, ya lo sé) ha hecho desaparecer las llaves de mi coche.
En fin, a ver si este fin de semana mi inspiro un poco más y escribo un post como Dios manda.
Jajaj, que majo. Así que eso es lo que hacemos en el trabajo... esperemos que el jefe no te pille.
ResponderEliminarYo lo titularía: hora muerta en el curre. XD .
eh¡ da gracias a que tus llaves estaban en la papelera, que yo sé de una que ha habido veces que las ha buscado con ellas en la mano... ejem, ejem.
Bsotes no mike¡¡
Pd: que la gracia del dadá te ilumine pal' siguiente post. :P